Corría el año 51 del pasado siglo cuando un tal Jackie Brenston dio, sin ser consciente, el pistoletazo de salida a uno de los movimientos musicales y sociales más potentes de la historia.
Brenston, que tocaba el saxo con Ike Turner en la banda de éste que, posteriormente, alcanzaría muy altos techos de popularidad con su mujer y grandísima cantante Tina, habló ya de rock y de roll en esta canción que, como se vé, debe todo a una de las fuentes de este estilo musical, es decir al blues en su vertiente más rítmica.
La supuestamente moderna sociedad USA acogió los inicios del rock con críticas que a más de injustas se vieron muy pronto arcaicas. Pero esta primera resistencia por parte de las áreas más establecidas en un entorno musical muy apalancado, fueron rápidamente superadas por una juventud que con un ímpetu que creció exponencialmente y con cada vez mayor poder adquisitivo, abrió los ojos (y los oídos) a la industria musical que, tímidamente al principio y cada vez con más fuerza vió, con razón, la enorme fuente de ingresos directos e indirectos que se avecinaba.
No lo tuvieron tan claro los propios músicos que a esto se dedicaban cuando, en esos orígenes, no perdieron ocasión para asegurarnos que el rock and roll había venido para quedarse. Y así de claro lo vieron Danny and the Juniors, como lo cantaron en Rock and roll is here to stay.