Andre Previn es uno de esos músicos cuyo reconocimiento en nuestro país está muy por debajo de sus aportaciones artísticas y vitales. Baste decir que ganó cuatro Oscar de las trece nominaciones a las que optó. Y que ha compartido su vida con mujeres tan poderosas como Mia Farrow y Anne-Sophie Mutter.
Sin embargo, aquí queremos destacar a su segunda mujer, Dory Langan, conocida (demasiado poco) como Dory Previn.
Mientras estuvo casada con don Andre, Dory se limitó a participar como letrista de las composiciones de su marido, escaso papel por muy bien que fuera desarrollado.
Después de su separación y manteniendo el apellido Previn, Dory dio a luz un magnífico álbum que contenía una de esas joyas que la industria manda al subsuelo a pesar de su calidad, una muy triste canción que ella compone e interpreta, The lady with the braid.
No es nuestro propósito entrar en las intimidades, demasiado aireadas ya, de esta musical pareja, sino señalar uno de los múltiples mecanismos mediante los cuales una mujer artista puede quedar sepultada por el peso de nuestra nada igualitaria sociedad.
Podría parecer que en un campo tan moderno como el de la música pop-rock, fuera igualmente fácil el acceso a este universo a mujeres y hombres, pero nada más lejos de la realidad.
En el terreno de solistas y líderes de bandas, la presencia de la mujer es más bien escasa, pero al menos es significativa y, en bastantes casos, con éxito notable.
Pero si echamos un vistazo a cualquier relación de los grandes intérpretes y grupos de la historia de estas músicas, veremos que las mujeres más bien brillan por su ausencia, con todas las notables excepciones que queramos recordar.
Pero lo que queremos destacar es su prácticamente nula participación como miembros de los grupos, como intérpretes de los diferentes instrumentos, guitarra, bajo, batería,… tanto si forman parte del grupo como si se trata de los músicos que acompañan a el o la solista. Más allá de participar en los coros, su intervención es más que escasa. Hagan la prueba y pregunten por bandas donde alguna mujer toca alguno de los mencionados instrumentos!
Y no será porque cuando lo hacen no estén a la altura. Más bien al contrario, como podemos ver en grupos como Talking Heads, con Tyna Weymouth al bajo o las varias bajistas que pasaron por un grupo tan grande como Pixies y también en otros varios como Breeders. O como Lindy Morrison, la batería de The Go-betweens. O Brenda Sauter, otra bajista, en este caso de los estupendos Feelies!
Nos gustaría pensar que la relativamente importante presencia de determinadas divas en el escenario pop actual, se debe sobre todo a sus méritos musicales, pero la omnipresente industria las acompaña con un tufo tan poco recomendable, que nos tememos que otros factores de índole diferente predominan, incluso en ocasiones laminando las buenas condiciones de esas artistas,
Si así estamos en este mundillo tan estupendo, cómo no será en los otros!
- Canción