En 1965, Bob Dylan grababa su Like a rolling stone, canción llamada a convertirse en número uno permanente en las listas de canciones más influyentes en el mundo de la música pop-rock y similares.
Sin embargo, su lanzamiento fue objeto de una enorme controversia, en la que los seguidores más puros de Dylan le acusaron de traidor y otras afrentas, por haberse atrevido a electrificar sus canciones.
Muchas canciones después, lo eléctrico se ha instituido como parte sustancial de esta música y la que se presenta ahora como minoritaria es la faceta acústica, conviviendo ambas perfectamente.
El ímpetú eléctrico llegó, quizás tardíamente, al flamenco, originando un subestilo, el flamenco eléctrico, término por muchos considerado como un oxímoron.
Quizás el que lo inició con mayor repercusión fue Jaco Abel que, en 2011, lanzó su Ayaya en el que, como se comentó con asombro por algunos críticos, se interpretaba flamenco con guitarra eléctrica y con púa! Sin menoscabo de experiencias anteriores de lo que podría considerarse como rock aflamencado o flamenco-rock: por ejemplo Smash,… que incluso llegaron a cantar en inglés!
Pero no hablamos ni de versiones más o menos flamencas de canciones pop ni de la recíproca.
Ya hemos comentado en algún otro espacio de esta web que las fronteras entre estilos están ahí para rellenarse: es claro que el pop eléctrico o el jazz son unos terrenos y el flamenco otro pero dónde empiezan y/o acaban pertenece al terreno del talento musical.
Ahora. Cristian de Moret, el flamenco eléctrico como se autocalifica, publicó recientemente un disco, Supernova, cuyo título evoca reminiscencias de épocas del inicio de la electrónica. En este disco exhibe su destreza y su experiencia en el terreno del flamenco. Nadie por tanto mejor habilitado que él para desarrollar este camino.
En cualquier caso, en su web, más que señalar que interpreta flamenco como tal, se refiere a músicas de “raíces flamencas”.
Las referencias musicales a las que se acoge son tan dispares que posiblemente sean nada significativas. Más bien parecen situarse en el terreno de los gustos que en el de la influencia real aunque, ya lo sabemos, lo que nos gusta nos deja una huella que sale por donde le apetece.
Hablar de Ray Charles o de Pearl Jam al mismo tiempo que de Camarón o Morente parece un ejercicio innecesario de eclecticismo o de justificación ante críticos puristas, cuando lo mejor de la música es que cada autor es libre de hacer lo que le parezca, para disfrute de los que no le buscan tres pies al gato.
Posiblemente, la gran diferencia entre lo que Dylan realizó y estas experiencias es que aquél permaneció dentro de los amplios territorios pop, rock, folk,… mientras que éstas pueden estar dando saltos fuera de su propio ámbito.
Independientemente de gustos y de lo gratificante que pueda resultar escuchar su música para sus seguidores, si la pregunta fuera ¿aporta algo lo eléctrico al flamenco?, la opinión del que suscribe es que no parece que suponga una mejora que compense lo que sustituye aunque, como siempre, nunca se sabe!
Canciones:
Web: Cristian de Moret